Hace unos meses, las excavaciones en Ronda de las Murallas sacaron a la luz un Horreum y tres tumbas romanas. Recientemente, en un tramo adyacente a aquél, han descubierto algo sorprendente: restos pertenecientes a una fábrica de salazón que data de entre los siglos V y VI d.C.
Llama la atención su situación, muy cercana al epicentro de la ciudad romana, que denota un importante tejido industrial en los alrededores de la ciudad orientado a explotar los recursos del mar.
Este nuevo descubrimiento demuestra que la presencia del salazones y derivados en nuestra dieta tiene un nuevo referente histórico: esta factoría de salazón que formó parte del tejido económico de Dianium hace casi 1.500 años.